Esta semana estoy fuera y, como son días especiales, voy compartir información sobre un tema que me fascina: el Jesús histórico. No soy creyente y no he participado en una actividad religiosa en mi vida. Tampoco racionalizo demasiado los actos de fe y las congregaciones sociales (la izquierda y la Semana Santa, qué pereza), simplemente me parece muy interesante en términos historiográficos y culturales. Tengo que escribirlo desde el iPad, por lo que será breve y esta vez los artículos recomendados no llegarán a diez.
Hay consenso historiográfico en que Jesús existió realmente. No lo hay ni en sus fechas de nacimiento ni de su muerte, tampoco en la edad exacta que tenía cuando lo mataron: 33 o 34 años. Por ejemplo, su nacimiento se celebra el 25 de diciembre solo a partir del siglo IV.
Fue un rabino judío (apocalíptico) y fue asesinado porque lo vieron como una amenaza contra el Imperio Romano. Nació en Nazaret, aunque Mateo dice que nació en Belén, por ejemplo.
Solo se le conoció durante los dos últimos años (aproximadamente) de su vida, cuando se convirtió en un referente público. De antes no se sabe nada. Nada de nada.
Jesús no tenía ninguna intención de fundar una religión. Fue Pablo de Tarso (San Pablo) el que fundó el cristianismo: divinizó al Jesús histórico (judío, activista antiromano) y lo universalizó (lo desjudaizó) para acercar la religión a los no judíos (gentiles). Jesús fue la inspiración, pero el verdadero fundador fue Pablo.
Pablo es, sin duda, el intelectual más exitoso de la historia: miles de años después, los cristianismos más importantes (católicos, protestantes y ortodoxos) son paulinos, beben de su obra. Su contribución como estratega y comunicador fue la propia de un genio.
El mito de la resurrección se creó porque si realmente Jesús era el Mesías (él asumió el rango de profeta que sus seguidores le otorgaban, pero no se creía un Dios), no podía morir, y menos de esa forma tan cruenta. Pablo la situó como un elemento central del cristianismo: del mensaje apocalíptico de Jesús pasó a una teología de salvación basada en la muerte y la resurrección
Las dos personas que murieron crucificadas con Jesús no eran ladrones, sino activistas. “Ladrón” es una traducción imprecisa del concepto original griego, y además la crucifixión no era un castigo reservado para delitos comunes, sino para otros más especiales como la rebelión y la sedición (contra el Imperio Romano).
Los evangelios se escribieron décadas después de la muerte de Jesús, y en ellos hay visiones distintas y hasta contradictorias del personaje. Ninguno de los cuatro (Marcos, Mateo, Lucas, Juan) fue el resultado de la experiencia directa como testigos de la vida de Jesús. Jesús no dejó nada escrito: lo que sabemos de su palabra son interpretaciones posteriores.
En el Antiguo Testamento, Dios era el Dios de Israel. El Nuevo Testamento (los cuatro evangelios canónicos y las epístolas de Pablo) le da un nuevo sentido al antiguo: Dios pasa de ser el Dios de Israel a ser el Padre de todos, en la línea universalista de Pablo; Dios pasa de ser guerrero a ser misericordioso; la salvación ya no se encuentra con el cumplimiento de la Ley, sino con la fe.
Están Jesús de Nazaret (el Jesús histórico) y Jesucristo (el personaje religioso). El que me parece más interesante y más simpatía me genera es el primero.
Tres febreros, de Jorge Tamames en De Siria a Soria.
En busca del Jesús histórico: más preguntas que respuestas, de Guillermo Altares en El País.
El huracán Trump acapara la atención, de Antoni Gutiérrez-Rubí en El País.
Cisne naranja, de Claudi Pérez en El País.
María José Pizarro, senadora colombiana: “No queremos que los dueños del mundo, los multimillonarios, nos gobiernen”, entrevista de Andrés Gil en eldiario.es.
Boric y la izquierda chilena ante el reto de revalidar el poder, de Marcelo Mella en Agenda Pública.
Antonio Piñero, filólogo e historiador especializado en el estudio del Jesús histórico
Antonio Piñero es, probablemente, la persona que más sabe sobre el Jesús histórico. Tiene una obra escrita imponente, pero también decenas y decenas de conferencias muy interesantes sobre el tema. Y algún debate acalorado. Transmite una sabiduría serena y una humildad que es magnética: no quieres dejar de escucharlo.
La construcción de la idea de Jesucristo a partir del Jesús histórico es muy interesante y es más que probable, como sucede con muchos mitos fundacionales de religiones varias, que hubiera más de una figura de referencia que confeccionara el mito de Jesucristo. Un ejemplo de esto es la construcción del mito de la muerte y la resurrección, muy frecuente en otras religiones previas con importantes semejanzas.
También es interesante la elección de tan solo cuatro evangelios como canónicos y el rechazo progresivo de otros textos dentro del canon. Y más interesante aún es cómo algunos hechos que forman parte del cristianismo o de algunas de sus ramas, como el catolicismo, están sustentados únicamente en textos que la iglesia primitiva declaró como apócrifos (principalmente en lo relativo a la figura de María).
¡Muy interesante!
Me encanta. Salvo el punto que dice que Jesús no se consideraba Dios. Esas son especulaciones de estudios que se han hecho, pero no hay nada certero, ya que no hay una fuente directa que lo diga.. Pero muy interesante post!